GAM Centro Cultural Gabriela Mistral
Memoria viva y escenario de la ciudadanía
Ex Diego Portales
Dirección
Av. Libertador Bernardo O´Higgins 227Teléfono
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Horarios:
(horario general)
El Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) es mucho más que un edificio moderno en el corazón de Santiago; es un palimpsesto arquitectónico y un testigo privilegiado de la historia reciente de Chile. Ubicado estratégicamente en la Alameda, su sola presencia invoca las grandes transformaciones y las profundas heridas de la nación.
Nacido en 1972 como la sede de la Conferencia UNCTAD III (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), fue un hito de la utopía socialista y el ingenio constructivo, levantado en un tiempo récord con la participación y el entusiasmo popular, destinado a ser el Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral. Representaba la modernidad arquitectónica y una visión de la cultura como un derecho inalienable y accesible.
Sin embargo, el destino del edificio se truncó abruptamente con el golpe de Estado de 1973, cuando fue incautado y transformado en el cuartel general de la dictadura militar, rebautizado como Edificio Diego Portales. Durante años, la estructura que debía ser un faro cultural devino en símbolo del poder y la represión.
El retorno a la democracia no borró las capas de su pasado. Tras un devastador incendio en 2006, la reconstrucción fue una oportunidad para la refundación simbólica. Reinaugurado en 2010 como el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), se buscó devolver el espacio a la ciudadanía, integrando transparencia y apertura en su nuevo diseño.
Hoy, el GAM es un vibrante epicentro cultural que alberga teatro, danza, música, exposiciones y actividades. Es un punto de encuentro y diálogo en la capital, un espacio donde la memoria histórica convive con la efervescencia artística actual. Cada muro, cada plaza, resuena con sus múltiples vidas: el idealismo de la UNCTAD, el autoritarismo del Portales, y finalmente, la recuperación democrática de un espacio para el arte y la comunidad. Es la materialización de cómo la cultura y la arquitectura pueden encapsular y, a la vez, sanar las narrativas de un pueblo.
