Un Viaje Sensorial desde la historia del te hasta el maridaje correcto

Un Poco de Historia del te:

La cata de te de Adagio Teas por María Teresa Marinetti comenzó con un recorrido por su historia. Dicen que todo empezó con un emperador chino, una siesta y una taza de agua hervida con unas hojas caídas por casualidad. Desde China, el té se expandió por el mundo: llegó a Rusia como el ahumado Lapsang Souchong, producto de largos viajes y fogatas; a Europa a través de las casas de té holandesas; y a la India, donde la colonización inglesa impulsó su cultivo a gran escala. Incluso tuvo un papel en la independencia de Estados Unidos con el famoso "Motín del Té de Boston".

En Chile, el té llegó de la mano de los ingleses, quienes obsequiaban té negro a los marinos en Valparaíso. Fue en 2014 cuando Adagio Teas llegó al país, trayendo consigo una filosofía de comercio justo y una conexión directa con productores.

Terroir y Variedades: La Base del Sabor

Aprendimos sobre la importancia del terroir, la altura y las cosechas en el perfil de sabor de cada té. La Camellia sinensis, la planta del té, crece en climas cálidos y húmedos cerca del ecuador. Aunque es la misma planta, las seis variedades principales se distinguen por sus procesos de manufactura: fermentación, oxidación y el nivel de procesamiento.

• Té Blanco: El más puro y delicado. Marida maravillosamente con pastelería delicada y sake.
• Té Amarillo: Exclusivo y de costosa producción. Con un perfil similar al verde o azul, ofrece flexibilidad en el maridaje.
• Té Azul: Un mundo entre el verde y el negro. Perfecto para postres con crema, helados e incluso aderezos de ensalada gracias a su aroma perfumado.
• Té Rojo: Con notas terrosas y beneficios únicos. Potencia los sabores en postres y armoniza con champiñones.
• Té Negro: El clásico, lleno de energía. Ideal para complementar salsas robustas.
• Té Verde: Fresco y sin oxidación. Compatible con preparaciones saladas como salmón con costra de matcha o sushi

Adagio Teas nos mostró un Té Matcha junto con un Tiramisú Matcha, Rooibos (aunque no es técnicamente un té sino que proviene de un arbusto sudafricano sin cafeína) junto con croissant de pavo. El té negro con crème brûlée, y un Masala Chai con hummus.

Obviamente hay más opciones de maridajes y opciones para ocupar estos tés, en gastronomía, coctelería, postres, chocolates y mucho más.