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El impacto del estilo de vida ancestral en la salud y el bienestar

Comunicado
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En la actualidad, las sociedades modernas viven inmersas en un torbellino de avances tecnológicos, urbanización y constante innovación en los campos de la medicina y la salud. Sin embargo, en medio de este vertiginoso progreso, muchas veces olvidamos las profundas enseñanzas y prácticas que nuestros ancestros implementaban para mantener una salud integral. 

La medicina y el estilo de vida ancestral, enraizados en una relación armónica con la naturaleza, tienen el potencial de ofrecer soluciones valiosas, como las cápsulas aguaje, para enfrentar los retos sanitarios y ambientales contemporáneos.

Sistemas innovadores como el "agroforestería" o productores como Vive Primal buscan integrar estos conocimientos ancestrales con la ciencia moderna podría mejorar significativamente la salud y el bienestar de las comunidades, proporcionando un enfoque más holístico para la vida humana.

Integración de conocimientos en la salud indígena

En el corazón de la selva amazónica, en La Chorrera, un pequeño asentamiento en Colombia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han estado implementando talleres dirigidos a líderes de comunidades indígenas, entre las que se encuentran los Uitoto, Bora, Muinane y Ocaina. Estas comunidades, al igual que muchas otras en América Latina, poseen un vasto conocimiento sobre la salud, que se ha transmitido de generación en generación y que está profundamente conectado con su entorno natural.

La iniciativa de la OPS y OMS busca fusionar los conocimientos de la medicina tradicional con los enfoques científicos de la medicina occidental. En estos talleres, los líderes locales, como Freddy Candré Román, desempeñan un papel crucial, dado su entusiasmo por mejorar las prácticas de salud en su comunidad. 

Freddy ha logrado integrar eficazmente los tratamientos ancestrales con la medicina moderna para abordar los desafíos de salud contemporáneos, como las enfermedades crónicas y la propagación de nuevas infecciones, incluidos los efectos de la pandemia de COVID-19.

El enfoque de salud indígena no se limita solo a la curación de enfermedades, sino que promueve una visión integral del bienestar. El cuidado de la salud en estas culturas está íntimamente relacionado con la espiritualidad, la comunidad y el respeto por la naturaleza. 

De hecho, el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el entorno es considerado fundamental. A través de la integración de prácticas indígenas y tratamientos médicos modernos, se puede construir una estrategia eficaz para enfrentar no solo los problemas de salud inmediatos, sino también los efectos a largo plazo que afectan a las poblaciones rurales y urbanas en todo el mundo.

Redescubriendo la salud ancestral

Los avances tecnológicos y científicos han traído consigo grandes beneficios, pero también han desplazado muchas de las prácticas saludables que nuestros ancestros solían practicar. En un mundo donde las ciudades se expanden a gran velocidad y la vida moderna se caracteriza por el sedentarismo, la sobrealimentación y la desconexión con la naturaleza, las enseñanzas del pasado se han vuelto cada vez más relevantes.

Entre las prácticas olvidadas, caminar largas distancias, respirar aire puro, comer alimentos frescos y naturales, y vivir de acuerdo con los ritmos de la naturaleza, son hábitos esenciales que formaban parte del estilo de vida ancestral. 

En el pasado, las personas estaban más conectadas con su entorno, lo que les permitía mantener un equilibrio biológico que ahora parece perdido. A pesar de que la vida moderna ha simplificado ciertas tareas, también ha traído consigo una desconexión de esos principios vitales.

El redescubrimiento de estos hábitos ancestrales podría ser la clave para mejorar nuestra salud física y mental en la actualidad:

  • Caminar, por ejemplo, no solo es una excelente forma de ejercicio cardiovascular, sino que también puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la claridad mental. 
  • Respirar aire fresco y puro, alejado de la contaminación urbana, contribuye significativamente a la salud pulmonar y al bienestar general. 
  • La alimentación natural, rica en nutrientes provenientes de alimentos no procesados, es una de las piedras angulares de la salud ancestral, y se ha demostrado que mejora la energía, la longevidad y reduce la prevalencia de enfermedades crónicas.

"Primal" o estilo de vida ancestral

En este contexto, es cada vez más común que personas de todo el mundo busquen reencontrarse con estos principios a través de movimientos que promueven un estilo de vida más saludable y natural

Uno de estos enfoques es el conocido como el "primal" o estilo de vida ancestral, que se basa en los principios de la vida de nuestros ancestros, como la alimentación real, el ejercicio funcional y la conexión con la naturaleza. 

Empresas y comunidades como Vive Primal están ayudando a las personas a redescubrir estas prácticas, brindando herramientas y recursos para llevar un estilo de vida más equilibrado y alineado con nuestras necesidades biológicas fundamentales.

Adoptar estas prácticas ancestrales no significa rechazar la modernidad, sino encontrar un equilibrio que permita a las personas vivir de manera más saludable y con mayor bienestar

Si bien la medicina moderna tiene una gran capacidad para tratar enfermedades y salvar vidas, las prácticas ancestrales pueden ayudarnos a vivir de una manera más plena, reduciendo el riesgo de enfermedades y promoviendo la salud preventiva.

Conocimientos ancestrales en la lucha contra el cambio climático

Los saberes tradicionales de los pueblos indígenas no solo han jugado un papel fundamental en la preservación de la salud, sino que también pueden ofrecer soluciones cruciales para enfrentar problemas globales como el cambio climático

Durante la semana del clima en Nueva York, líderes indígenas de Mesoamérica compartieron sus conocimientos sobre cómo los métodos ancestrales de manejo de la tierra y los recursos naturales pueden complementar las estrategias de adaptación al cambio climático a nivel global.

Los pueblos indígenas han vivido en estrecha relación con la naturaleza durante miles de años, desarrollando una comprensión profunda de los ecosistemas locales, los ciclos climáticos y las prácticas agrícolas sostenibles. A través de su observación directa y continua de los patrones naturales, han desarrollado técnicas de cultivo, recolección y preservación que son respetuosas con el medio ambiente y eficaces para promover la biodiversidad.

Sistema de "agroforestería",

Un ejemplo de esto es el sistema de "agroforestería", que combina cultivos agrícolas con la preservación de árboles y bosques. Este enfoque no solo protege la tierra de la erosión, sino que también mejora la calidad del suelo, promueve la biodiversidad y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. 

Los conocimientos indígenas en áreas como el manejo sostenible de los recursos hídricos, la agricultura orgánica y la preservación de la biodiversidad pueden desempeñar un papel vital en los esfuerzos para mitigar los efectos negativos del cambio climático y restaurar los ecosistemas dañados.

Integrando conocimientos tradicionales

En la actualidad, las comunidades indígenas están trabajando junto con científicos y organizaciones internacionales para integrar estos conocimientos tradicionales en las políticas y prácticas globales de adaptación climática. Esto es especialmente relevante en un momento en que las políticas convencionales, centradas en la explotación intensiva de los recursos naturales, han demostrado ser insostenibles a largo plazo.

Además, los pueblos indígenas han sido históricamente defensores de la biodiversidad y la protección de la tierra. Hoy en día, son algunos de los principales guardianes de los bosques tropicales y otras áreas de alta biodiversidad, que juegan un papel crucial en la absorción de carbono y la regulación del clima global.